Texto: Carolina López
Continuamos con las entrevistas para este espacio de blog, en esta ocasión platicamos con Alejandro Núñez, director de programas de Fundación Casa Alianza I.A.P., una de las instituciones que participa dentro del proyecto Germinando Lazos Inter Asociaciones desde enero del 2020[1]. Él nos habló sobre la niñez migrante en México.
C: ¿Quién es Alejandro?
A: Mi nombre es Alejandro Núñez y soy psicólogo de profesión. Egresé de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y me he especializado en atención a víctimas de violencia. Fui terapeuta hace algunos años y actualmente estoy en una formación como terapeuta de vinculación. La labor que yo desarrollo en Casa Alianza es “Director de programas”. Mi función consiste en lograr que todos los servicios de atención integral lleguen directamente a los jóvenes, para que ellos tengan una intervención en dos aspectos: el primero se relaciona con el proyecto de vida, que les permita vivir de forma independiente, y el segundo que puedan reincorporarse con sus familias si existen las condiciones para que ellos lo hagan. El principal objetivo de Casa Alianza es brindar atención integral a niños, niñas y adolescentes en situación de abandono social, entendiendo a este abandono social como la falta de acceso parcial o total a sus derechos que por alguna razón, acción u omisión de las personas responsables de ellos (incluyendo el propio estado y el gobierno). Nosotros brindamos apoyo para que ellos se reincorporen en todos los aspectos ofreciéndoles una vida digna con atención en el área médica, psicológica, acceso a la educación, y con todo lo que implica regularizar su situación migratoria con las autoridades correspondientes.
C: Cuéntanos sobre tu experiencia de trabajo en Casa Alianza
A: Estuve trabando en Casa Alianza en un primer periodo por 24 años en todos los distintos programas. Como director de programas tuve la oportunidad de estar 13 años, en mi primera etapa, salí por dos años y me reincorporé nuevamente en abril del año pasado. Mi experiencia en Casa Alianza me ha mostrado cómo esta institución cuenta con las fortalezas para poder actuar desde la calle y brindar atención a los jóvenes que lo necesitan, además sortear con todos los cambios que viven los chicos en situación de calle. No te puedo hablar de una evolución de mejora sino de la serie de cambios que desafortunadamente han venido a propiciar condiciones más delicadas en los menores con situación de abandono que llegan a la CDMX.
C: Alejandro, cuéntanos acerca de los peligros y riesgos a los que se enfrentan los menores que viven en situación de calle en la CDMX y que por diversas situaciones (migración, muerte, violencia, deportación, encierro) no cuentan con un padre o tutor responsable de ellos.
A: Para un joven migrante salir de su lugar de origen y llegar a la CDMX es una travesía impresionante. Está llena de muchas situaciones de riesgo: muchos de ellos no lograr sobrevivir todo el camino. Desde antes ya pueden enfrentarse a ser asaltados, secuestrados, obligados a ser parte de grupos delincuenciales, son víctimas de trata, entre otros. Desde que observa la situación por la cual tienen que salir de su país, vemos que ya se enfrentan a una serie de violencias, amenazas de muerte y laceraciones emocionales que vienen arrastrando. Muchos de ellos tienen la idea de que la CDMX es un lugar de paso y no de destino. Su intencionalidad sobre todo de los jóvenes centroamericanos es llegar a los E.U.A., porque tienen la idea de que ahí van a tener una mejor calidad de vida. Yo le llamo una mayor oportunidad de sobrevivencia, porque su familia migró primero a los E.U.A., y quieren o deben reunirse con ellos porque ya están establecidos. Estando en la CDMX, se enfrentan a una serie de factores que no han vivenciado en su lugar de origen, desde que no existe un lugar al cual recurrir para quedarse o pasar la noche hasta situaciones más fuertes como puede ser la drogadicción, la violencia, las actividades delincuenciales, el ser víctimas de trata de personas. Mucha gente se aprovecha de su situación de vulnerabilidad para poder obtener ventajas. Puede ser que a cambio de ciertos beneficios entre comillas dinero o darles un lugar donde dormir y comer, sufran de situaciones de explotación sexual y explotación laboral; ahí empieza una deuda impagable para ellos. Es una situación en donde ya están atados a una serie de actividades para estar sobreviviendo, pero obviamente están siendo cohesionados y forzados. Desafortunadamente ocurre al llegar y no tener a alguien que los apoye en sus derechos, ya que muchos de ellos no los conocen y no saben que pueden acudir a una autoridad y solicitar su situación de refugio u otro tipo de protección complementaria para salvaguardar su integridad y permanecer en el país. El hecho de ser migrante en un país no es delito, pero muchos de ellos piensan que sí lo es y desagraciadamente no conocen sus derechos.
C: ¿Cuáles son las áreas personales que ustedes trabajan con los menores para que ellos decidan vivir bajo institucionalización?
A: Uno de los principales requisitos para ingresar a Casa Alianza es que quieran estar, dado que es un programa de puertas abiertas, en el que el deseo de estar de los jóvenes es importante. En el caso de los jóvenes migrantes uno de los puntos fuertes que trabajamos con ellos, es el proyecto de vida que les permita visualizar que el hecho de estar en una institución les va permitir ingresar a una escuela, a un trabajo que es mucha de la preocupación que ellos tienen, cómo van a apoyar a los familiares que se quedaron en su lugar de origen. A la mayoría de ellos les cuesta trabajo visualizarse en la escuela y en el trabajo al mismo tiempo, ya que gran parte de ellos han trabajado desde muy pequeños y son parte de la economía familiar. Entonces tenemos que trabajar diferentes áreas, para que visualicen que para obtener un trabajo primero hay que recibir una formación, acudir a la escuela y tomar una capacitación que les permita acceder a un mejor empleo y una mejor condición de vida. Trabajamos el área social, brindándoles herramientas para adquirir nuevas habilidades que les permitan negociar y resolver sus problemáticas de manera distinta a la que lo venían haciendo, el área personal, el área emocional, el área de salud, el área educativa, el área de capacitación laboral. Trabajamos con ellos en capacitación laboral para que puedan incorporarse a un trabajo que les permita una mayor estabilidad y sobre todo los apoyamos con su regularización en el país para que pueden estar aquí sin mayor problema y puedan ver que México también puede ser un país de destino que te va ofrecer dentro de tus derechos solicitar a las autoridades la reunificación familiar. Eso les da mucha seguridad para que ellos en algún momento dado decidan continuar con el proceso de Casa Alianza, esa visión de un presente seguro, que les van a permitir fortalecerse para poder acceder a estos derechos y sobre todo poderse reincorporar a una sociedad funcional y productiva para ellos.
C: ¿Ustedes brindan algún tipo de seguimiento o acompañamiento a los menores que deciden no vivir en Casa Alianza?
A: Si los jóvenes que están en situación de calle o abandono en un primer momento deciden no ingresar a Casa Alianza o algún otro lugar de seguridad, continuamos trabajando con ellos. Hay un plan de vida incluso para los jóvenes que se encuentran en una situación de abandono en las calles, en donde el equipo de trabajo continúa visitándoles y brindándoles las alternativas para que ellos gradualmente se acerquen a lo que es un programa residencial. No necesariamente en un primer momento la decisión es que ingresen a Casa Alianza, puede ser que ellos decían ir a otro lado; y les damos el acompañamiento también. Entonces el equipo que trabaja en la calle realiza actividades de sensibilización en donde ellos vayan viendo los riesgos, aunque muchos de ellos los conocen, los han vivido. Por otro lado, hay un espacio de pre-comunidad en donde los jóvenes van por ciertas horas del día y se les brinda un servicio de baño, un lugar para tomar un lunch. No se hace de modo asistencialista, es decir no les llevamos nada a la calle que facilite que ellos se queden en ese núcleo, por el contrario vemos la cuestión de salud, cómo se sienten, la cuestión de abandono y gradualmente muchos de ellos al tener este acompañamiento emocional y físico deciden ingresar a los espacios residenciales.
Por otro lado para que los jóvenes migrantes no acompañados ingresen a Casa Alianza, trabajamos en conjunto con el Instituto Nacional de Migración, La Procuraduría Federal, La Comisión de Apoyo a Refugiados y la Agencia de la ONU para los refugiados en México, en donde hay un proceso con los jóvenes que están en situaciones migratorias y son ellos quienes identifican el perfil de Casa Alianza, y saben quiénes necesitan ser refugiados; iniciamos un proceso de valoración y entrevistas y una vez que los jóvenes son perfil de Casa Alianza, ingresan con nosotros.
C: ¿Cuál es este perfil?
A: Hombres y mujeres entre 12 y 17 años que deseen vivir aquí, que no tengan alguna situación psiquiátrica profunda que requiera de una atención mucho más especializada (como tratamiento hospitalario). En el caso de los jóvenes que consumen drogas y viven con nosotros, trabajamos e intervenimos en la situación de consumo, pero si es muy fuerte y hay disfuncionalidad en relación con la droga, lo que solicitamos es que el chico pueda tener un proceso de rehabilitación en otra organización (tres o cuatro meses) y después se integren a la fundación. Si su nivel de consumo no es tan grande, sí pueden ingresar con nosotros y aquí trabajamos con ellos esa situación del consumo de drogas. Fuera de ahí, el perfil es amplio: jóvenes en situación de abandono social. Tuvimos en el pasado otras alianzas para brindar la atención en el modelo de Casa Alianza a mujeres embarazadas; nosotros brindamos la metodología y el personal, así que si ustedes conocen alguna organización que pueda apoyar en este trabajo se pueden generar alianzas.
C: ¿Qué número de menores alberga Casa Alianza y cuáles son las formas de acompañamiento que ustedes les brindan, para que ellos se desarrollen y se reintegren por completo a la sociedad?
A: Actualmente en Casa Alianza hay un total de 65 jóvenes entre mujeres y hombres. Nos acabamos de cambiar a un nuevo hogar que tiene una capacidad para 120 jóvenes (60 niñas y 60 niños). Aunque la capacidad total de este edificio en el futuro será para 192 jóvenes más los 20 migrantes, teniendo así capacidad de un poco más de 200 beneficiarios. El acompañamiento que les brindamos en el área de salud, los jóvenes tienen una consulta cuando ellos la necesitan, hay un acompañamiento mensual al que llamamos niño sano, y que cada mes tienen que pasar todos los jóvenes para saber sobre su estado de salud. Tienen una revisión nutricional una vez al mes, para saber cómo se encuentran en su nutrición. Tienen apoyo psicológico cada semana y si requieren de una valoración psiquiátrica también tenemos, en el caso de que sea necesario un acompañamiento farmacológico. Por otro lado tienen apoyo de unas aulas, hay un personal de un programa académico que les brinda habilidades académicas y escolares con apoyo de tareas, ahora que están tomando clases de manera virtual, les ayudan a bajar las tareas, subir las tareas y estar en video llamadas con los profesores. Cuando regresen a la escuela de forma presencial, un trabajador social se encargará de dar un seguimiento para saber sobre su desarrollo académico.
En el área de capacitación para el trabajo, los jóvenes mayores de 16 años deben ingresar a un proceso de capacitación formal, en donde se les brindan talleres de servicios de hotelería que ahora por la contingencia se suspendió pero se va a retomar en línea, en sastrería, en computación y todo lo relacionado con capacitación laboral para que ellos ingresen, se formen y tengan un documento que les permita buscar trabajo. También tienen una serie de talleres para la vida independiente en donde se les enseña a buscar trabajo y se les brindar las herramientas necesarias para una buena presentación personal y elaboración del currículum vitae para que ellos tengan mayores resultados al acercarse a un empleador; además se les enseña a cómo combinar la escuela con el trabajo. Algo muy importante que trabajamos con los jóvenes que están por pasar a la vida independiente es el manejo de su tiempo libre, porque a veces el tiempo libre en un chico que va a vivir solo es lo más complicado y eso puede hacer que vuelvan a recaer en una situación de riesgo. Ya estando fuera de la institución viviendo de forma independiente los seguimos acompañando. Tenemos un programa de departamentos en los cuales los jóvenes viven, éstos son rentados a particulares por Casa Alianza. Ahí no hay consejeros, ni personal que esté con ellos todo el día, pero hay una equipo de vida independiente que les da seguimiento, los visita para ver las condiciones en las que se encuentra su departamento y observar si no hay rastros de que estén consumiendo alguna droga, van a su tu trabajo y preguntan sobre su desarrollo laboral, y ellos tienen que venir a la institución a recibir atención psicológica una o dos veces por semana. Asimismo tenemos un grupo que se llama “Circa”, es un grupo formado por jóvenes que han salido de la institución y se reúnen una vez a la semana para compartir su experiencia de vida con ellos. Por último, tenemos un programa de reintegración familiar para los jóvenes que tienen familia y desean reincorporarse a ella. El equipo se encarga de reestablecer los vínculos familiares, de buscar al familiar, de explicar la situación en la que se encuentran los jóvenes y ver la expectativa de la familia, o de alguna red de apoyo que puede ser un padrino o un amigo/a que les haya ayudo alguna vez en la vida, para restablecer el vínculo social y familiar.
C: Para finalizar con la entrevista ¿Cuáles serían tus recomendaciones para que otras instituciones puedan acercarse y acompañar a menores migrantes?
A: Tengo dos recomendaciones; la primera, acérquense a las autoridades para que los jóvenes accedan a sus derechos y no caigan en una situación de ilegalidad. Segunda, acercarse a otras instituciones. Nosotros hemos aprendido muchísimo cuando nos hemos acercado a otra institución que está haciendo el mismo trabajo o parecido a nosotros, nos retroalimentamos y al mismo tiempo compartimos lo mucho o poco que hemos aprendido en este camino. Generar alianzas es una de las mejores recomendaciones que tenemos para enfrentarlo; solos no vamos a poder, nadie podría solo a apoyar a los jóvenes. Nosotros hemos tenido la oportunidad de compartir con ustedes y varios de los jóvenes los primeros encuentros con las personas de la tercera edad (Germinando Lazos). A los chicos migrantes les ayudó muchísimo; esa es una muestra de que juntos podemos brindar una serie de alternativas mucho más grandes para los jóvenes. Quiero agradecer a OLAKAC por esta alianza que han formado con nosotros, eso es lo que nos permite seguir adelante, crear alianzas con personas valiosas como ustedes.
Agradecemos a Alejandro el compartirnos su experiencia de trabajo con el tema de niñez migrante en México, en esta entrevista. Invitamos a nuestros lectores, a conocer el trabajo que realiza Fundación Casa Alianza I.A.P., a través de su página web: https://casa-alianzamexico.org/ Nos vemos en la próxima entrevista.
[1] Para conocer mayor información acerca de la participación de Casa Alianza en los encuentros Germinando Lazos Inter Asociaciones, te invitamos a consultar el Tercer informe de Impacto Social: https://cvmonterrubio.com/wp-content/uploads/2020/05/Tercer-Informe-de-Impacto-Social-GLIA-FINAL.pdf