Este video ejemplifica el proceso para obtener el Retorno de Inversión Social:
Para poder medir el impacto social de la inversión en un huerto de una casa de reposo, primero fue necesario revisar antecedentes y recolectar suficientes pruebas y evidencias de que efectivamente impactaba positivamente en la vida de las personas de la tercera edad que viven ahí. La recolección de testimonios, antes y después de la instalación del huerto y sus talleres mediante entrevistas, así como su catalogación por frecuencia de respuesta (diseñadas y catalogadas por las geniales colaboradoras antropólogas de Kintsugi), permitieron ilustrar un panorama, si bien siempre un tanto sujeto a la personalidad de cada individuo y su contexto, que indicara si dicho proyecto impactaba o no positivamente en su bienestar y si influía en su calidad de vida y relación con sus semejantes.
Por separado, se toman también los testimonios de las personas que se encuentran al cuidado y al resguardo de dichas personas mayores (directivos de las casas de reposo y cuidadores), de manera que se obtenga una perspectiva exterior sobre lo que las personas que conviven a diario con ellos observan con respecto a su comportamiento, salud mental y salud emocional a lo largo de la línea de tiempo, antes y después del huerto, y qué tanto coincide con el testimonio personal. El dato cuantitativo lo tomamos del número de participantes en la actividad semanal del huerto y del total de beneficiarios de cada casa de reposo, aunque este número en ocasiones se ve notablemente sesgado por el clima y no por el interés en participar (sobre todo en el huerto al aire libre, circunstancia que fue aprendizaje en la experimentación).
Si tomamos en cuenta que el universo son dos casas en donde se beneficia en total a 100 adultos mayores en promedio, podría parecer que una participación total de 40 adultos es un beneficio positivo, pero no lo suficientemente alentador como para generar un cambio en la sociedad. No obstante, los resultados cualitativos nos indican que tanto las experiencias como los conocimientos que obtienen en los talleres, están siendo transmitidos a los familiares de las y los participantes, incluso influyendo positivamente en su relación entre ellos. Las relaciones familiares positivas inhiben las manifestaciones de violencia. Este sutil pero importante detalle le da otra luz al potencial del proyecto y abre nuevas posibilidades para que pueda beneficiar a más personas con un mayor retorno de inversión. La plausibilidad de un proyecto es la médula espinal de su supervivencia; es importante mantener los objetivos dentro de un marco de referencia socioeconómico no sólo factible sino redituable en términos de ganancia social, ya que un alto retorno de inversión social siempre será atractivo para la/el inversionista filántropa(o) con visión.
– Editado por Tania Pineda J.