Las plantas medicinales de México en nuestras huertas

México alberga una riquísima y milenaria historia en la herbolaria. Las culturas prehispánicas hicieron uso de diferentes plantas para mantener su salud y también para tratar enfermedades. Actualmente, en la mayoría de los mercados de nuestro país se pueden encontrar a la venta gran variedad de plantas vivas o secas, en ramilletes o bolsitas, solas o mezcladas con otras, específicamente para ayudar al cuerpo humano a solucionar o mejorar alguna circunstancia que lo afecte. Gracias a la tradición oral que pasa el conocimiento de generación a generación en las familias mexicanas, aún en el siglo XXI conocemos varios remedios o “recetas de la abuelita”.

Cuando comenzamos los huertos urbanos para Germinando Lazos, antes de sembrar platicamos con los y las señoras de las casas de reposo sobre las plantas que se cultivarían en ellos. Les comentamos que las camas de siembra tendrían plantas alimenticias, medicinales y de ornato (para los polinizadores), y que la selección se iría modificando según los resultados que obtuviéramos.

Los abuelitos de CDP* ya tenían ruda en su jardín y conocían sus beneficios, así como los de la manzanilla, la hierbabuena y el epazote, así que los incluimos en su lista. También agregamos mil-y-un-ramas, caléndula, citronela, sábila, menta y una planta cuyo nombre científico desconozco pero todos le dicen “vaporrú” porque huele exactamente como aquel famoso ungüento. Por su parte, las abuelas de Casa Betti tienen también mil-y-un-ramas, citronela, menta, lavanda, sábila, caléndula y romero.

Las mujeres de nuestra Organización (Kintsugi), se reúnen con cada grupo un día a la semana para realizar labores relacionadas al huerto, y en varias de estas sesiones de trabajo han transformado sus plantas en un beneficio para ellos, haciendo pomadas para el dolor, repelente de insectos o cojines aromáticos de semillas.

* Casa de la Divina Providencia

-Editado por Tania Pineda J.